Pablo Marqués
Nace en Madrid en una familia trabajadora. La primera parte de su infancia transcurre en el céntrico barrio de Atocha. Durante esta época, los años 80, ya se empieza a interesar por la pintura y un pintor en concreto, que no es otro que Pablo Picasso con quien comparte nombre. Quizás aquí empiece su momento de curiosidad artística, así como el conocimiento del arte pictórico debido a la admiración a Picasso. En esta época se aficiona a visitar sus primeros museos pictóricos en Madrid.
Posteriormente su familia se traslada a Tres Cantos donde realmente desarrolla su creatividad y formación. Llega a recibir clases de pintura a los siete años, mostrando una madurez e implicación frente al arte mayor que la media.
Tras el paso por el instituto José Luis Sampedro de Tres Cantos decide estudiar ingeniería. Le atraen las formas industriales, la arquitectura moderna y empieza la carrera universitaria en 1998 en la Escuela superior de Ingenieros Industriales de la universidad Politécnica de Madrid.
Al finalizar su carrera universitaria, Pablo comienza a relacionarse en el mundo de las bellas artes y, gracias a una amistad con una restauradora del museo Del Prado, se despierta su interés por el óleo y comienza a improvisar sus primeras creaciones con esta técnica.
En 2010, Pablo se traslada a la capital de la comunidad Foral de Navarra, Pamplona, trabajando como ingeniero, pero continuando su vínculo con el Arte. Desde Pamplona viaja por todo el mundo y conoce la gran mayoría de capitales de Europa. Se queda impregnado por la belleza de Viena, París y Londres. También hace viajes a India, China y Japón donde le llaman la atención los colores vivos de sus culturas.
Posteriormente su familia se traslada a Tres Cantos donde realmente desarrolla su creatividad y formación. Llega a recibir clases de pintura a los siete años, mostrando una madurez e implicación frente al arte mayor que la media.
Tras el paso por el instituto José Luis Sampedro de Tres Cantos decide estudiar ingeniería. Le atraen las formas industriales, la arquitectura moderna y empieza la carrera universitaria en 1998 en la Escuela superior de Ingenieros Industriales de la universidad Politécnica de Madrid.
Uno de los lugares que más marcaron la vida y su introspección es Tailandia. Durante uno de estos viajes Pablo conectó de una manera muy especial con la cultura oriental iniciándose en la meditación, yoga, retiros espirituales… que le ayudaron posteriormente a conectar con su yo interior. A la vuelta de este viaje es cuando comienza a expresar a través de la pintura sus sentimientos y da comienzo una era emocional. En estos viajes, Pablo aprendió a conocer su interior y ser consciente de la capacidad que tenia de expresarlo a través de la pintura
Tres años después se traslada a Miami, donde reconoce y valora un arte diferente y moderno, estableciendo amistad con diversos artistas en Art Bassel. Después de 3 años de estancia en Estados Unidos, regresa a su ciudad de origen, Tres Cantos y es ahí cuando empieza a pintar de manera más continuada, primero en óleo y posteriormente en acrílico.
Se sucede un paréntesis en su vocación artística debido al aumento significativo de su actividad empresarial que le alejaría durante algún tiempo de la pintura, sin llegar nunca a abandonarla por completo.
Tras este tiempo retirado del contacto con la pintura siente la necesidad de volver a pintar de forma imperativa y poco a poco va encontrando su técnica y estilo característico, basado en espátula. En él plasma sus sentimientos y estados de ánimo, haciendo de sus creaciones una representación gráfica de sus emociones. Su obra plasma con intensidad, para el que sabe mirar, el reflejo directo de sus sentimientos.